Veracruz
En medio de una crisis hídrica que afecta a decenas de colonias del puerto de Veracruz, donde miles de familias llevan semanas sin acceso regular al agua potable, la propuesta de la candidata panista a la alcaldía, Indira Rosales, ha generado una ola de críticas e indignación.
Durante un evento de campaña, la aspirante respaldada por el yunismo propuso la construcción de nuevas albercas públicas en la ciudad, asegurando que “hacen falta más espacios recreativos para la gente”. La declaración cayó como balde de agua (potable) fría entre ciudadanos que, en lugar de buscar un lugar para nadar, llevan días haciendo filas con cubetas o esperando pipas que no llegan.
Vecinos de colonias como Reserva Tarimoya, Los Pinos y Amapolas señalaron que “la candidata demuestra no tener conciencia de la realidad que se vive”, y criticaron que su campaña esté enfocada en propuestas “que ignoran las verdaderas necesidades de la población”.
En contraste, otras propuestas dentro del mismo proceso electoral han optado por centrarse en la solución a problemas estructurales como el abasto de agua, la infraestructura urbana y el mantenimiento de redes hidráulicas, temas que hoy preocupan a la mayoría de los veracruzanos.
En un puerto donde escasea el agua, proponer albercas como prioridad no solo suena desconectado: suena a burla.